El oro es conocido por sus propiedades antioxidantes y su capacidad para estimular la producción de colágeno, mientras que la plata tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, ayudando a calmar y purificar la piel. Durante la sesión, se aplican mascarillas, aceites y cremas enriquecidas con nanopartículas de estos metales preciosos, junto con masajes faciales específicos para estimular la circulación sanguínea y la regeneración celular.
Para quienes buscan rejuvenecer, nutrir y revitalizar la piel del rostro.
Sensación de frescura, hidratación profunda y piel más firme y luminosa.
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Después: